En la Semana de la Moda de Nueva York le toca el turno a Marc Jacobs, que ha presentado una colección bastante clásica, lejos de otras propuestas innovadoras que suelen caracterizar al diseñador en anteriores temporadas, esta vez, para el próximo otoño-invierno, ha preferido presentar una colección dulce y femenina.
Jacobs parece haberse inspirado en el estilo típico de los años 70, de mujeres como Meryl Streep en “Kramer contra Kramer” o Diane Keaton en “Annie Hall”. Predominan los trajes sastre, tanto de pantalón como de falda y chaqueta. Las faldas, algo sueltas, se quedan en la rodilla y se ajustan a la cintura, marcando así la silueta femenina de forma sutil, sin marcar demasiado. Son trajes muy ponibles, perfectos para la oficina o las reuniones de trabajo.
Los tonos empleados son suaves y apagados, desde la gama de los grises a la de los colores crema y también algunos tonos ligeramente más llamativos como el azul marino y el amarillo, que también estaba presente en las propuestas de otros diseñadores como Ralph Lauren.
La noche es algo más llamativa y se sofistica gracias a largos vestidos que rozan el suelo, al uso del lamé plateado o dorado y complementos lujosos como las estolas de piel o los guantes largos.
El terciopelo se impone como uno de los tejidos a tener en cuenta para la próxima temporada otoño-invierno pues muchos de los diseñadores de la pasarela de Nueva York han presentado propuestas con este material. Además, Marc Jacobs apuesta por otros materiales típicos del invierno como la lana y las aplicaciones de piel en cuellos y puños.