Ana Locking es una de las habituales en la pasarela madrileña. Comenzó con la firma Locking Socking de la que se independizó en el 2007 y, desde entonces, sigue mostrando sus diseños, pero individualmente.
Para el próximo otoño la diseñadora se olvida de los tonos sobrios y oscuros que se suelen relacionar con el frío, ella apuesta por el color. En la pasarela, donde enseñó sus trajes para hombre y mujer, dominaban los rojos y los azules brillantes, pero también los amarillos, los naranjas y púrpuras.
Las formas geométricas y casi arquitectónicas dominaron muchas de las prendas. En el desfile se pudieron ver drapeados, hombros realzados, y cortes asimétricos. El patronaje y el colorido de las prendas daban una imagen futurista y atrevida a toda la colección.
Los minivestidos ceñidos, que marcan la cintura, predominaban, aunque también se pudieron ver pantalones estrechos de pitillo y con estratégicos cortes que dejaban ver las piernas y que daban un toque rockero y transgresor.
Para la noche, Ana Locking apuesta por vestidos largos, estampados en colores vistosos y fuertes, con escote palabra de honor, ceñidos de cintura para arriba, pero con vuelo en la falda.
Los zapatos que acompañaban a la colección tenían el negro como color base, a veces acompañado de los tonos fuertes predominantes en la colección (rojo, azul…) siempre con mucho tacón y plataforma.
Como en otras ediciones de Cibeles, Locking ha presentado collares y pulseras hechos en parafina de cera, muy grandes y en forma de cuadrados en tonos como el rosa, azul y negro.