Las entregas de premios ya no son lo que eran. Da igual que hablemos de cine, de televisión o de moda. En muchas ocasiones los galardones en sí han quedado eclipsados por las alfombras rojas que los preceden. Si no que se lo pregunten a los MTV Video Music Awards, que se entregaron el pasado domingo. Nadie habla del regreso de Nsync o de que Timberlake o Bruno Mars fueron los triunfadores de la noche. Miley Cirus, hasta hace unos años Hanna Montana, centra todas las conversaciones y no precisamente por su buen hacer encima del escenario.
La joven se presentó en la alfombra roja embutida en un conjunto de dos piezas de lycra negra compuesto por leggins y top y acompañado por varias cuentas de colores, dos moñitos en la cabeza y unas uñas ultra largas pintadas de blanco. Por si a alguien no le había quedado claro que los 90 han vuelto a ponerse de moda su atuendo lo dejaba bien claro. Y si sorprendió el primer modelo los siguientes dejaron con la boca abierta a los presentes.
Se subió al escenario en conjuntos que recordaban a ropa interior y también a los estilismos de Madonna hace 30 años, aunque las comparaciones son odiosas. Si en este tipo de acontecimientos suele ser Lady Gaga la que da la nota parece que cedió el testigo de la excentricidad a la joven. Gaga reaparecía ante los focos y lo hizo con un modelo que, conociéndola, hasta se podría calificar como discreto: vestido negro largo con cola y decorado con un lazo.
Los premios MTV suelen estar cargados de excentricidad en lo que a sus asistentes se refiere y en este caso aún más porque hubo quien quiso empaparse del espíritu de Brooklyn, barrio neoyorkino en que se celebraron, a la hora de vestirse. Otros modelos cuanto menos inquietantes fueron los de Kate Perry, en su línea, o Serena Gómez.
Las mejor vestidas
Entre las mejor vestidas encontramos también a algunas de las más habituales en este tipo de ránkings, con Taylor Swift a la cabeza. Llamó mucho la atención el vestido de lentejuelas y cola de plumas de Rita Ora.
