Las series de televisión también marcan tendencia. Desde que “Sexo en Nueva York” pusiera de moda los manolos y convirtiera en icono a Sarah Jessica Parker gracias a su estilista Patricia Field, otras series como “Gossip girl” han sabido poner de moda estilos como el preppy de los adolescentes de clase alta. Ahora es el turno de “Mad men” y su estética elegante de los años 60.
Del productor de Los Sopranos, Matthew Weiner, MadMen es una serie galardonada en los últimos globos de oro y que se centra en una agencia de publicidad del Nueva York a principios de los años 60. La serie retrata la época con gran realismo, contrasta el machismo y racismo imperante con la belleza y elegancia visual del programa, donde el vestuario, de Katherine Jane Bryant, juega un papel fundamental.
Los sombreros son prácticamente obligatorios y los hombres van en traje y corbata. El estilo del protagonista Don Drapper (Jon Hamm) es a base de trajes de dos botones, dejando el segundo desabrochado, chaquetas de dos o tres bolsillos a lo sumo. Las corbatas suelen ser de rayas, elegantes y con clase. Nada de colores muy vivos y diseños excéntricos. Rayas diagonales, o sencillamente corbatas lisas en tonos azules y blancos o colores tierra.
Las mujeres llevan carmin en cualquier situación y unos peinados divinos logrados a base de dormir con los rulos puestos. La silueta marca la cintura y las faldas llevan vuelo. Las protagonistas femeninas encarnan a las mujeres de la época, así Betty Drapper (January Jones) es como Grace Kelly, impecable y algo fría. La secretaria pelirroja Joan Holloway (Christina Hendricks) es como Marilyn Monroe, con vestidos de punto, escotes y esos sujetadores armados típicos de los 50 y 60.
Aunque parezca complicado el traslado de estos looks a nuestra vida actual, la colección de Michael Kors otoño-invierno se inspiró en esta serie.