Afortunadas las que tengáis cerca de casa una de las 14 sucursales que la cadena Primark ha abierto en España. Muchas ya conoceréis esta revolución: una auténtica fábrica de gangas donde se puede hallar ropa, zapatos, bolsos y bisutería a unos precios de escándalo. Las que no tengáis el placer, no desesperéis porque esto no ha hecho más que empezar y esta compañía irlandesa está en pleno proceso de expansión.

El éxito de Primark se basa, principalmente, en sus reducidos precios y sale realmente rentable comprar todos los básicos de la temporada. Si eres refinada y una enamorada de las últimas tendencias, quizá no encontrarás el vestido de tu vida. Aun así, todos los armarios piden a gritos esas prendas comodín que nos sacan de un apuro en muchas ocasiones. En Primark te ahorras un pastón en camisetas, jerseys, leggins, calcetines… Tal vez la calidad no es óptima, pero no se pueden pedir peras al olmo. Cada una debe valorar si prefiere gastarse menos en vestimenta o bien que le dure más temporadas. Si te apasiona la moda, cambiar de estilos y ser la más trendy, disfrutarás con el fenómeno Primark. La tienda ha conseguido hacer realidad su eslogan: “Ponte guap@, paga menos” y multitud de fans ya están desafiando la crisis.

Primark es otro concepto de shopping y nada tiene que ver con lo visto hasta el momento. Se trata de grandes superficies repletas de ropa en las que las clientas se dotan de un enorme cesto. Las veinte cajas del establecimiento funcionan sin cesar y lo curioso es que, pese a las colas que se forman, vas de lo más rápido. ¿Cómo consiguen romper los precios? Casi no hay estructura ejecutiva y no hacen publicidad. La mayor parte de las funciones las asumen los directores de tienda y, por no tener, no tienen ni gabinete de prensa. Los márgenes de beneficio bruto son de lo más bajo y por eso se decantan por tiendas gigantescas. A estos precios, quien no tiene un fondo de armario digno es porque no quiere.