Viajeros hippies, colegialas católicas, mensajeros en bici, etc. fueron los ingredientes tan dispares que utilizó el inigualable diseñador Marc Jacobs con motivo de la presentación de su nueva colección deportiva urban streetwear para Louis Vuitton. Las modelos salieron a la pasarela con gigantescos peinados afro y metálicos jerseys de punto sobre camisas abotonadas de cuadros. También aparecieron faldas plisadas sobre pantalones cortos de punto.
La mayoría de los zapatos imitaban a los de los motoristas más duros, y destacaron por encima de todos los híbridos que el diseñador ha creado entre zuecos y sandalias. El desfile se convirtió en un derroche de colores y texturas, con materiales de algodón, tejidos a rayas y microfibras que destacaban manchas fluorescentes y metálicos brillantes. Y todo ello destacando en prendas tan dispares como las camisetaqs de futbol.
Jacobs comentó a los periodistas que asistieron al desfile, que su propósito era hacer ropa de verdad, es decir, ropa que se pueda utilizar por la calle. Se atrevió a especificar que esa ropa urbana debe ser “entretenida” para todos. Respecto a los accesorios de esta nueva temporada primavera-verano 2010, destacar que los más importantes son los bolsos de mano.
También vieron la luz, pequeñas mochilas negras que a veces daban la sensación de ser una especie de bolsa de basura. También presentó algunos modelos más clásicos. Las pieles estaban presentes en muchos de los diseños que se vieron esa noche. El ambiente era bastante oscuro, algo que llamó la atención de los presentes, ya que el año pasado la presentación estuvo lleno de color y de conejitas de Playboy.