La ropa que forma parte de la colección otoño-invierno 2012/2013 de Louis Vuitton, fue presentada durante el último día de la Semana de la Moda de París. Algo que sorpendió a los asistentes fue que los toques modernos dieron paso a un espectáculo de imágenes que nos recordaban a esas damas subiendo a los trenes de época cuando los ferrocarriles eran el medio de transporte más utilizado.
Nada más empezar, todo indicaba que el punto fuerte de la colección era el clasicismo. Las modelos iban acompañadas de un caballero encargado de su equipaje. Estos “porteadores” llevaban al menos dos bolsos por chica lo que hizo que los accesorios tomaran una gran importancia durante todo el desfile. Las prendas que las modelos llevaban destacaban por las proporciones de gran tamaño.
Los largos y las capas empezaron a envolver a los asistentes. No era de extrañar ver vestidos combinados con jerséis de cuello alto, suéteres, abrigos, faldas y pantalones. Esperamos que esta tendencia no se ponga demasiado de moda ya que muchas vamos a parecer una bolita andando se además de un vestido tenemos que ponernos arriba un par de capas más.
Los colores de la colección de Louis Vuitton son muy bonitos e implican una gran profundidad pero moderada. Hubo pocas miradas brillantes con tonos rojos y naranjas, pero hasta esto se adaptaban perfectamente a las prendas para no llamar demasiado la atención. Los accesorios más comentados fueron los guantes largos de cuero (que se han presentado en casi todas las colecciones de diseñador), los enormes sombreros en forma de hongo con adornos de piel y las llamativas gafas de sol redondas que eran simplemente increíbles.