Marc Jacobs es dios, el dios de la moda. Eso es lo que pensaron en el comité de CFDA (Council of Fashion Designers of America) que le otorgaron el premio a Diseñador de Moda Femenina del Año, que viene a ser como el Oscar pero en el mundo de la moda.
Marc Jacobs se merece el premio y fue la estrella de la noche en el Alice Tully Hall de Nueva York, aunque le restó algo de protagonismo el homenaje que el mundo de la moda le hizo al desaparecido Alexander MacQueen. Sarah Jessica Parker, amiga del modisto británico le rindió tributo y la sala rompió a aplaudir.
Aunque este momento eclipsó momentáneamente a Jacobs, su premio es indiscutiblemente merecido y año a año lo demuestra con colecciones que dejan a todos con la boca abierta. Acaba de presentar su colección Crucero 2011 para el verano que viene y una vez más, deja constancia del gran diseñador que es. En esta colección apuesta por una línea claramente sesentera y propone minifaldas, sombreros en forma de casquete, tamaños oversize, zapatos de tacón alto… Con colecciones así demuestra por qué le han dado el galardón de mejor diseñador del año.
Pero es que además, Jacobs, que es el director creativo de Louis Vuitton, sabe que su imagen vende y por eso ha decidido salir en la nueva campaña de su perfume para la marca como su madre le trajo al mundo, en bolillas. La idea fue de su socio Robert Duffy y la verdad es que la imagen promete. Igual no vende más perfumes pero seguro que la foto da la vuelta al mundo.